Lo primero es lo primero:
siento no haber posteado ninguna receta ayer :( . La tenía redactada pero no
encontré ningún momento para subirla ayer, ni para ponerle las fotos y cuando
caí en ello ya era tardísimo. Otra vez, lo siento mucho chicos.
Cambiando de tema, el sábado
fui a ver la exposición de Renoir en el Thyssen. Es muy recomendable y la
selección de cuadros es bastante notable, mi favorito fue un retrato de Monet.
Eso sí, mejor sacad las entradas por Internet, porque había cola…
Lo siguiente en mi lista es Animales fantásticos y dónde encontrarlos,
me han dicho que está muy bien y tengo ganas de verla, especialmente porque no es ninguna adaptación y así no estaré
pensando todo el rato (“pues en el libro…”, lo sé, es terrible, pero no lo
puedo evitar).
El postre que os traigo hoy es
una receta muy especial que me pasó mi profesora de francés. Es increíblemente
simple, y está enormemente buena, eso sí lleva ingentes cantidades de azúcar y
mantequilla aunque sorprendentemente no resulta empalagosa: unas deliciosas
tartitas de nuez. Merci beaucoup Yvette pour ta recette de Tarte aux noix.
Ella lo suele hacer como una
tarta grande, pero como las hice para
una fiesta me pareció buena idea hacerlas en formato individual y una vez las
probaron se terminaron volando.
Ingredientes
(para unas 15-20 tartitas):
-2 láminas de hojaldre (yo uso
del de Buitonni)
-250 gramos de nueces (peladas)
+ un poquito para engrasar los moldes
-250 gramos de mantequilla
(dejada fuera de la nevera un rato para que se ablande)
-200 gramos de azúcar blanco
-1 cucharada sopera de miel
-1 huevo
Preparación:
-Precalentar el horno a 200◦
-Machacamos las nueces en un
mortero o las picamos un poquito con un robot de cocina (tienen que quedar en
trocitos, no hay que triturarlas mucho).
-En un bol ponemos las nueces, la
mantequilla (cortada en cubitos), el azúcar y la miel.
-Sacamos las láminas de
hojaldre de la nevera.
-Ahora viene la parte pringosa
(o divertida, según se mire), hay que amasarlo todo hasta tener una masa
homogénea. Lo mejor es hacerlo directamente con las manos, aunque luego cuesta
un poquito quitarse toda la pasta de las manos…
-Extendemos las láminas y con
un vaso vamos cortando el hojaldre. Pinchamos los círculos bien con un tenedor.
Los recortes que nos sobren se amontonan, se amasan bien con un rodillo y
volvemos a aprovecharlos
-Engrasamos un molde para
tartaletas (no lo he probado pero
también debería serviros una bandeja para cupcakes) y colocamos las piezas de
hojaldre.
-Rellenamos las tartaletas con
la pasta de nuez, preparada anteriormente y la aplastamos un poquito con una
cuchara.
-Batimos el huevo
-Con el hojaldre restante
cortamos unas tiritas, las pinchamos con el tenedor y las pintamos con huevo.
Las colocamos sobre las tartaletas a modo de rejilla como más os guste.
-Metemos en el horno y bajamos
el calor a unos 90◦. Dejamos unos 5 minutos, para que se funda la mezcla, y
volvemos a subir el calor a unos 200◦. Dejamos hasta que se doren, unos 5-10
minutos más.
-Cuando los sacamos del horno
los dejamos reposar unos minutos antes de sacarlos del molde, y una vez fuera,
los dejamos sobre una hoja de papel de horno para que se templen. Como mi bandeja de tartaletas no era muy grande, tuve que hornearlas en tandas diferentes.
Podéis coméroslos solos,
espolvoreados con azúcar glass o con helado de vainilla, Están espectaculares,
con el hojaldre crujiente y el sabor a nuez con un toque dulce… Me está
entrando antojo de uno, sólo de escribiros esto…
Y eso es todo por hoy. Me vuelvo a mi libro, que estoy enganchadísima y no puedo soltarlo, se llama Seis de Cuervos, de Leigh Bardugo, es de fantasía, un poco oscuro pero muy entretenido y con unos personajes con muchísimo carácter y un mundo muy interesante.
Gracias
por vuestra paciencia y perdón por el retraso y gracias María por echarme un cable con las fotos ese día. Pasad una buena semana :)
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